viernes, 29 de agosto de 2008

The end of science & reality mining

Sencillamente provocadora la tesis que Chris Anderson lanza en la revista Wired en su edición de julio de 2008 y que yo creo que todavia no nos ha concienciado totalmente sobre lo que sabemos.
Un mes más tarde otra referencia ( que se viene llamando "reality mining") donde en el artículo Clive Thompson on Real-World Social Networks vs. Facebook 'Friends' se apunta a el descubrimiento de las conversaciones reales explorando en las trazas electrónicas que dejamos y que "muestran" quién se entera, y que no es precisamente el jefe jerárquico.

This type of research has evolved into a new field called reality mining. By
tracking people using location-aware devices like mobile phones or electronic
badges, scientists are revolutionizing our understanding of how social networks
function.


Así que, como siempre, "ojo con lo que decimos".

Pininfarina: Arte

Acogiendome a el titular de la columna de Enric Gonzáles en El País: Arte con el que anunciaba el fallecimiento de Andrea Pininfarina he de confesar que me ha impactado doblemente. Primero por la desaparición así, definitiva, de una persona con su carisma y segundo por su descripción de lo que realmente producía es equiparable a otras grandes actividades humanas que se catalogan como Arte.

ENRIC GONZÁLEZ 08/08/2008
Creo que hay que sentir respeto por las cosas que uno no comprende. A
veces, lo incomprensible puede ser altamente sugestivo, como ciertas películas
de David Lynch. O apabullante, como una pizarra llena de fórmulas matemáticas. O
incomprensible a secas, como buena parte de la pintura contemporánea. En materia
de pintura contemporánea me reconozco un zoquete. Será falta de sensibilidad. Me
gustan Bacon, Freud y, en general, quienes pintan imágenes inteligibles. Incluso
el Richter abstracto me gusta, porque trabaja de forma sistemática y cuando no
es visualmente perceptible, resulta al menos deducible.Prefiero el arte obvio,
conciso, funcional, disciplinado. De ahí mi devoción por el arte industrial, que
suele catalogarse, erróneamente, bajo la peligrosa etiqueta del "diseño". El
arte industrial implica la cooperación de diversos creadores, especializados en
distintas disciplinas, y abarca mucho. Desde el cine (arte industrial) y la
televisión (arte industrial), a la fabricación de muebles.La noticia de la
muerte de Andrea Pininfarina apenas fue recogida ayer por los informativos. Y,
sin embargo, Andrea Pininfarina perteneció a una familia de grandes artistas. El
fundador, Pinin Farina (los sucesores decidieron unir el apodo y el apellido),
expuso en el MoMa neoyorquino su célebre Cisitalia (1947), y desde entonces no
dejó de crear maravillas.A diferencia de otros artistas, los Pininfarina
necesitaban mucho más que inspiración o talento comercial. Necesitaban un
ingente trabajo técnico. Se dedicaban a las carrocerías de automóvil, lo que,
además de chapa y pintura, requería ingenieros, físicos, químicos, dibujantes,
escultores y un gran número de informáticos. Fueron, por ejemplo, los primeros
en utilizar el túnel de viento para perfilar sus creaciones.Los más hermosos
modelos de Ferrari, Lancia, Alfa Romeo, Maserati, Fiat, Peugeot y Volvo salieron
de sus talleres. La creatividad de los Pininfarina se extendió con los años a la
construcción, el mobiliario, las herramientas o los objetos especiales, como la
antorcha para los Juegos de Invierno de Turín. Pinin, Sergio y Andrea
Pininfarina, fallecido ayer en accidente, vivieron sin haber firmado jamás algo
superfluo o feo. Su trabajo fue importantísimo. Para mí, están a la altura de
John Ford o Picasso. En lugar de añadir caos al mundo, trataron de hacerlo más
bello y comprensible.

Aquí mi homenaje para él.